Con la privatización de la sanidad los pacientes se convierten en clientes.
No se trata de un conflicto laboral sectorial, sino una lucha común para preservar el acceso la salud de todas las personas. Protestamos por el previsible despido (o no renovación) de los interinos y eventuales y las medidas anunciadas por el Gobierno regional: privatización de la gestión de seis hospitales inaugurados en 2008 y de la de 27 centros de salud, concentración de los laboratorios en solo cuatro centros, transformación del hospital Carlos III en centro de meia y larga estancia, la transformación de La Princesa en un geriátrico.
"Es contradictorio hacer hospitales, mientras se recorta en personal, fruto de una mala gestión."